Y llegamos al capitulo número 158 de nuestra publicación diaria y cronológica en la cual durante 198 dÃas estaremos compartiendo nuestras sorpresas, anécdotas y opiniones acerca de cada uno de los capÃtulos de la saga de Harry Potter para luego finalizar con el Epilogo. El dÃa de hoy es el turno para el capitulo número 158 de la Serie de Harry Potter.
Harry Potter y el PrÃncipe Mestizo
CapÃtulo 26: La cueva
Harry estaba sobre un afloramiento de piedra negra donde la brisa le alborotaba el pelo. Hacia atrás habÃa un enorme acantilado. Era un paisaje tan inhóspito que Harry no pudo creer que llevaran ahà a los niños del orfanato. Dumbledore le comentó que lo llevaban a una aldea que estaba a medio camino para que les diera el aire. Tom y sus dos victimas visitaron ese lugar, usando magia, por supuesto, ya que ningún muggle podrÃa llegar ahà a menos que fuera un excelente escalador. Lo condujo al borde de la roca, era un descenso peligroso.
Cuando llegaron a la roca lisa más próxima Dumbledore utilizó Lumos y le indicó a Harry una grieta que estaba en el acantilado. Para llegar a ella tendrÃan que nadar un poco. Le indicó a Harry que se quitara la capa y ambos se sumergieron en el agua helada del mar, nadando hacia la grieta. Se adentraron en la grieta en donde habÃa un oscuro túnel, Harry continúa nadando aunque sus dedos rozaban la rasposa piedra del túnel. Dumbledore salió del agua, cuando Harry llego a su lado descubrió unos escalones que conducÃan a una gran cueva
Dumbledore afirmó que era ahà porque habÃa huellas de magia. Estaban en la antecámara y para poder entrar tendrÃan que superar los obstáculos de Voldemort. El primer obstáculo fue una puerta camuflada a la que sólo podÃas acceder haciendo un pago de sangre, Dumbledore decidió poner su sangre, aunque Harry se ofreció a hacerlo, Dumbledore no lo dejo porque la sangre de Harry era mas valiosa que la suya. La puerta se abrió y Dumbledore entró primero.
Dentro se encontraba un gran lago negro, tan vasto que Harry no pudo ver la orilla opuesta, el agua se veÃa lisa, la cueva también era enorme tanto que el techo no alcanzaba a verse y una luz verdosa difusa brillaba a lo lejos, eso y las dos varitas eran lo único que iluminaba la aterciopelada negrura.
Dumbledore le advirtió a Harry que no tocara el agua y no se separara de el y comenzaron a andar por la orilla. El horcrux estaba en esa cueva pero aun no sabÃan como llegar a el. Harry intento atraerlo con un encantamiento convocador, que solo provoco que se produjera un fuerte ruido y una cosa grande y blanquecina saliera del lago a unos seis metros de ellos. Eran las protecciones de Horrocrux, reaccionarÃan si alguien intentaba tomarlo. Dumbledore le aseguró a Harry que no seria necesario meterse al lago a menos que las cosas su pusieran muy mal. El horcrux no estaba en el fondo: estaba en el centro, de donde provenÃa la luz verdosa.
Siguieron caminado hasta que Dumbledore encontró algo. Agito la mano en el aire como si buscara algo, hasta que lo encontró. Dumbledore se acerco a la orilla del lago sujetando ese “algo†con el puño cerrado. Con su varita dio unos toque es el puño y una gruesa cadena verde metálico apareció desde el lago hasta la mano de Dumbledore. Con la varita toco la cadena y esta comenzó a deslizarse por su mano jalando algo del lago. Una pequeña embarcación emergÃa a la superficie. Dumbledore habÃa descubierto la barca debido a los rastros de magia dejados.
Dumbledore le dijo a Harry que la barca debÃa tener un sortilegio para permitir que solo un mago viajara en ella, pero Harry no contaba como mago, ya que no habÃa terminado sus estudios y sus poderes no se detectarÃan comparados con los de Dumbledore. Un error de Voldemort al subestimar a los jóvenes magos. Harry subió a la barca con cuidado de no tocar el agua e inmediatamente subió Dumbledore y se acomodaron como pudieron. La barca comenzó a moverse sola.
Harry veÃa el reflejo dorado de la luz de su varita que refulgÃa en el agua. De pronto Harry vio una cosa de un blanco marmóreo bajo el agua: una mano humana. Harry siguió viendo en el lago, preguntándose si la cosa que habÃan visto antes salir del agua era lo que el creÃa. Su pregunta se vio solucionada un momento después, cuando la luz de su varita mostro el cadáver de un hombre a unos centÃmetros de la superficie. Dumbledore dijo que mientras flotaran a la deriva no habÃa que preocuparse de ellos, no habÃa que temer a un cadáver ni a la oscuridad. Voldemort tenÃa miedo a estas dos cosas. A lo que le tememos cuando nos asomamos a la muerte y la oscuridad es lo desconocido. Dumbledore dijo que para ahuyentarlos en caso de que se levantaran usarÃan el fuego, ya que le temen a la luz y el calor. Harry ya no podÃa fingir que no tenia miedo, parecÃan horas las que habÃa pasado desde que encontró a Trelawney, o desde que les dio el Felix Felicis a Ron y Hermione, lamento no haberse despedido con calma de ello y a Ginny, ni siquiera la habÃa visto.
Llegaron a una isla de roca lisa y oscura en el centro del lago, no era más grande que el despacho de Dumbledore. La luz verdosa provenÃa de una vasija en el centro de la isla colocada sobre un pedestal. Se acercaron a ella y vieron que contenÃa un lÃquido verde esmeralda. Dumbledore intento tocarlo pero no pudo. Al parecer el Horrocrux estaba dentro, pero no podÃa desvanecer, apartar, tomar, transvasar, hacerle algún encantamiento o alterar la naturaleza de la poción. El único modo era beberla, asà que Dumbledore hizo aparecer una copa. Según Dumbledore la poción no lo matarÃa, ya que Voldemort querrÃa saber como habÃa conseguido burlar sus defensas y para que querÃa vaciar la vasija.
La poción podÃa incapacitar a Dumbledore de algún modo, asà que Harry tendrÃa que obligarlo a seguir tomando en caso de que esto pasara. Harry dudo en hacerlo, no querÃa obligar al profesor a beber algo que podrÃa hacerle tanto daño, pero Dumbledore le recordó la condición que habÃa aceptado antes de salir hacia la cueva. Harry pregunto porque no podÃa beberla el y Dumbledore le dijo que porque el era mas anciano, mas inteligente y mucho menos valioso. Harry finalmente aceptó.
Dumbledore tomo la copa la sumergió en la poción, brindo por Harry y se la bebió. Harry le pregunto como se sentÃa. Dumbledore tenÃa los ojos cerrados y sin abrirlos volvió a llenar la copa y a beberla por segunda vez. En silencio bebió tres veces. Cuando iba por la cuarta copa se tambaleó y cayó al suelo.
Después de que Harry le preguntara si lo escuchaba Dumbledore comenzó a hablar con una voz asustada. Diciendo que no querÃa seguir, que querÃa que se detuviera y durante las veces que Harry le daba una nueva copa decÃa mas cosas, que era su culpa, que se habÃa equivocado, que no les hiciera daño, que lo castigara a el, que querÃa morir que lo mataran. Cuando tomo el último trago de poción cayó al suelo. Harry, que estaba llenando nuevamente la copa, la dejó dentro y se agachó para ayudarlo.
Dumbledore le pidió agua, Harry trato de hacer el encantamiento Aguamenti varias veces para llenar al copa con agua fresca, pero cada que la acercaba a los labios de Dumbledore el agua desaparecÃa. La única forma, porque asà lo habÃa planeado Voldemort, era llenar la copa con agua del lago. Harry lleno la copa y corrió para darle el agua Dumbledore, pero se la vacio encima. Una blanca y frÃa mano lo tenia agarrado por la muñeca y lo tiraba hacia el. El lago ya no estaba lisa como espejo, si no que los cuerpos de hombres, mujeres y niños revolvÃan el agua. Harry se quitó al que lo sujetaba con un petrificus totalus, pero los demás trepaban a la isla. Utilizo una vez mas petrificus totalus, pero aun habÃan muchos que se dirigÃan hacia el. Cambio el conjuro a Impedimenta, algunos inferius se inmovilizaron y otros se tambalearon, pero aún seguÃan llegando más. Sectumsempra era el hechizo que usaba ahora, pero los inferÃs no tenÃan sangre que derramar por las cortadas. Unos brazos lo tomaron por atrás, brazos delgados, sin carne y frÃos como la muerte. Comenzaron a jalarlo hacia el lago, poco a poco. Harry comprendió que no iban a soltarlo, que se ahogarÃa y se convertirÃa en uno más de los guardianes del Horrocrux.
De pronto un anillo en llamas surgió de la oscuridad y provoco que los inferÃs soltaran a Harry, que se golpeó contra el suelo, arañándose los brazos. Dumbledore estaba nuevamente de pie, mas pálido que los inferÃ, pero también mas alto. Dumbledore recogió el guardapelo del fondeo de la vasija y se lo guardo en la túnica e hizo señas a Harry para que se acercara. Dumbledore y Harry se movieron hacia la barca, con el anillo cercándolos como una barrera. Ambos subieron a la barca, Harry ayudando a Dumbledore y la barca comenzó a moverse con el anillo de fuego protegiéndola.
Harry le explico a Dumbledore que habÃa tenido miedo y se habÃa olvidado del hechizo, Dumbledore lo comprendió. En cuanto llegaron a la orilla Harry ayudo a Dumbledore a bajar de la barca ya que este estaba débil. Harry le aconsejó que no hablara para no perder fuerzas. El arco se habÃa sellado otra vez, pero esta vez fue Harry quien pagó con sangre, ya que se habÃa hecho una cortada con la roca. Abrió la entrada, cruzaron la cueva exterior y Harry ayudó a Dumbledore a meterse en el agua.
Harry le dijo a Dumbledore que podÃa hacer que se desaparecieran los dos, que no se preocupara
-No estoy preocupado, Harry- repuso el anciano con tono mas firme, pese a que el agua estaba helada -Estoy contigo.