Maratón de película: ‘Harry Potter y la Cámara Secreta’

Continuamos con el Maratón potterico en donde comentaremos y recordaremos como fueron las anteriores entregas cinematográficas Harry Potter, durante los días que restan para el gran estreno de Harry Potter y Las Reliquias de la Muerte Parte 2, el esperado final.

Hoy continuamos con lo que es Harry Potter y la Cámara Secreta, estrenada en el lejano noviembre de 2002. Chris Columbus y Steve Kloves vuelven a trabajar juntos para esta segunda entrega, por lo cual resulta con un éxito similar a su antecesora. John Williams, vuelve a poner la música, como hizo con la piedra filosofal, aunque debido a conflictos de horario, contrata al compositor William Ross para adaptar temas de la primera película y usarlos en la segunda película, lo cual ayudo enormemente a que ambas películas fueran «gemelas» por decirlo de alguna forma.

Harry Potter y la Piedra Filosofal termina con Harry volviendo a casa de sus odiados tíos, después de un año literalmente mágico, en donde vuelve a enfrentarse con su odiado enemigo Voldemort, a quien nuevamente vence. En Harry Potter y la Cámara Secreta, vemos a un Harry ligeramente más feliz, ya que sus tíos no lo tratan tan mal, debido a que no saben que puede hacer magia. La visita de Dobby el elfo domestico, hace que su plan se venga abajo cuando intenta a toda costa evitar que regrese a Hogwarts. Aun así Harry regresa a Hogwarts, donde a lo largo del cuero ocurren extraños ataques, conducidos por quien dice ser el heredero de Slytherin. Así Harry y sus amigos, Ron y Hermione se enfrascan en una nueva aventura para liberar a Hogwarts de el nuevo mal que los ataca.

Es imposible ver ‘la Cámara Secreta’ y no compararla con ‘la Piedra filosofal’ ya que ambas conservan esa fiel adaptación de los libros. Ambas películas transforman maravillosamente las palabras de la autora en objetos y lugares visualmente atractivos, así como esa magia que nos atrae tanto.

Esta segunda película es la más larga de todas las películas, durando 161 minutos. En otro circunstancia podría decir que eso es bueno, pero Chris Columbus hizo adaptaciones tan buenas que se olvido de ponerles un sello personal y darles vida propia, por lo que en momentos esta película resulta plana e incluso aburrida. Aun así, la película se las arregla para seguir en la misma línea de calidad que la anterior, así como memorable.

Las actuaciones en esta película son tan buenas como antes, la triforce mágica, Dan, Rup y Emma, avanzan considerablemente comparándolas con la anterior. Así como los nuevos miembros como con Kenneth Branagh como Gilderoy Lockhart y Jason Issacs como Lucius Malfoy, que se adueñan de su personaje de tal forma que no puedes dejar de imaginarlos cuando vuelves a leer el libro.

Los efectos especiales en esta película también mejoran notablemente, siendo no tan visible el uso de las pantallas verdes. Quizá durante el quidditch tenemos una pequeña noción de ellas.

Así, Harry Potter y la Cámara Secreta, sin llegar a superar a su antecesora, (más bien por el hecho de que aquella fue la primera) logra transportarnos nuevamente a un mundo mágico lleno de aventuras.

El recuerdo que tengo sobre esta película también es muy claro, ya que a diferencia de la anterior, ahora ya sabía que era Harry Potter, ya había leído los libros (hasta el tercero) y sabía que era lo que más esperaba ver. Es algo de agradecer a Columbus, ya que hubo muy pocas cosas que dejo fuera, como niña estaba extasiada de volver a ver a esos niños con poderes mágicos. Como con Harry Potter y la piedra filosofal, puede verla nuevamente en una sala de cine, gracias a los maratones que organizó el cine de mi ciudad. Y aunque no es la misma nostalgia que se siente al ver la primera, es genial tener ese sentimiento de niñez de nuevo, dejar de preocuparte, y sólo disfrutar lo que estás viendo.

¿Cómo fue su experiencia con Harry Potter y la Cámara Secreta? ¿es mejor que la primera? ¿es tu favorita? nos vemos en los comentarios.

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