Crítica de HP7-Parte I: La Escisión de Harry (el Hermano y el Enamorado)

Críticas, HP7 - Parte1, Opinión

No, no vamos a obtener un Premio Óscar con esta película… sáquense esa idea de la cabeza. Tal vez con la segunda parte, decidan premiar a la saga entera –o al menos es lo que espero-, pero no con el presente film.  Y lo digo no porque piense que sea una mala película sino porque es ni más ni menos que una fracción de un film total y en sí no tiene nada de extraordinario ni relevante sin el complemento de la parte que veremos en julio de 2011. Aunque no descarto una nominación para Ralph Fiennes. Su actuación como Lord Voldemort en la Mansión Malfoy es simplemente soberbia.

La edición y montaje

Después de haber leído comentarios a favor y en contra de la película, decidí hacerle caso a las críticas “más negativas” y por tanto, fui a ver a Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, parte I sin muchas expectativas o, para ser más sincera, predispuesta a que no me gustara. Yo fui de las personas que sufrieron con la edición de “La Órden del Fénix” y “El Príncipe Mestizo” (me rebelo a tener que  llamarlo “El Misterio del Príncipe”), me irritaron hasta lo indecible las breves y rápidas escenas con que David Yates creó sus películas. Si bien esta tendencia persiste en “Las Reliquias”, ya no se hace tan fastidioso. Es evidente que en el afán de mostrar lo máximo posible en corto tiempo, acorta las escenas y pasa de una a otra casi sin transición. Esta vez se aseguró de intercalar escenas que duraran más y resultaran un descanso en el ritmo. Sé que a algunos les molesta la lentitud que adquieren los momentos de campamento del trío/dúo, pero me parece necesario para que el espectador sienta el mismo agobio que los personajes. No había otra manera de que entendiéramos la desesperación de Ron que darnos cuenta que los protagonistas deambulaban por todo el país sin lograr avanzar mucho en su misión. De hecho, creo que se omitieron varias escenas grabadas, recuerdo haber visto (o tal vez lo soñé) alguna imagen en que el trío compra víveres en una tienda o “roba” huevos en un gallinero (con Hermione dejando el dinero por ellos, por supuesto).

El momento del film en que el montaje realmente se puede aplaudir es con la escena en la casa de Xeno Lovegood y el relato del cuento de «Los Tres Hermanos». La forma de introducir y relatar visualmente el cuento fue un verdadero acierto. Tanto así, que los dibujos no parecen “extraños” al ambiente de la película y siguen manteniendo cautivo al espectador.

En cambio, siento que hubo un problema con el montaje de las escenas de la persecución de los Carroñeros. Estoy abierta a que pueda haber sido un defecto del cine o de la cinta del film, pero no entendía nada mientras corrían. En ciertos pasajes tuve que cerrar mis ojos porque llegaba a marearme. Creo que en el afán de hacer una persecución rápida, desordenada y desesperada, el caos sencillamente se les fue de las manos.

La música

Algo en lo que no soy para nada experta, sólo puedo manifestar mi opinión profana y no es precisamente halagüeña para Alexandre Desplat. La música que hizo para la película es hermosa, pero no hará historia. Sin duda hay partes buenas, de hecho me gusta bastante la que suena durante el comienzo de los créditos finales, pero aceptémoslo… nada reemplazará la música de John Williams. Aquellos que sean más versados en música podrán discrepar con mi opinión, por supuesto, tienen todo el derecho, pero eso no cambiará lo que pienso. La incidencia de la música en la película es mínima, en la mayor parte ni se hace notar, casi cubierta de una capa de invisibilidad.

La fotografía, efectos visuales y decorados

La fotografía me pareció correcta. No puedo decir que fuera extraordinaria, ya que con tanto repetir la palabra “épico”, tenía demasiadas expectativas. Sin duda, las escenas exteriores se ambientaron en paisajes sublimes, pero lamentablemente el tono gris general de la película logra omitir cualquier expresión de “¡Oh, qué maravilla!”.  Sé que es una apreciación muy injusta de mi parte, ya que la fotografía (que no es sinónimo de paisaje) es totalmente coherente con el tono de tensión, temor y desesperación que impregna toda la  línea argumental de la película. Tanto es así que el día que Hermione abandona la casa de sus padres –en verano- luce como si hubiera llovido (de hecho no me extrañaría que oscurecieran la escena en postproducción para que se viera con ese matiz). Lo extraño de la película es que donde mantiene el mismo color, no se hace muy evidente el cambio de estaciones. Tal vez mis recuerdos fallen y deba ver otra vez la película… pero no vi sol, no vi llover, no vi nevar. Oh, sí, había nieve en navidad y el lago estaba congelado, pero el hecho de no presenciar la nevazón hacía que pareciera que no transcurriera el tiempo y tal vez esto contribuyó a que esas escenas se hicieran lentas.

Las escenas de interiores y sus decorados también estuvieron a la altura en contribuir con un tono nostálgico. [SPOILER] La casa vacía de Privet Drive y el detalle de Harry mirando en la pequeña alacena y encontrando las mismas figuritas con las que jugaba en “La Piedra Filosofal” fue todo un acierto para simbolizar que la vida que conoció llegaba a su fin, que abandonaba su  infancia y el mundo muggle protegido en que había vivido, para salir al ancho mundo: adulto, desconocido, peligroso… [FIN DEL SPOILER] La Mansión Malfoy parecía un museo, no había vida allí salvo por las personas. Me refiero a que ni siquiera vi los retratos familiares. Supongo que con Lord Voldemort en casa, aunque hubieran estado los cuadros, sólo se verían marcos vacíos, los retratados habrían corrido a ocultarse…, algo que el mismo Lucius parecía ansioso por hacer (bien interpretado por Jason Isaacs).

Guión, actuaciones y escenas

Si hay algo que no se le puede reprochar a la película son las actuaciones. Todos cumplen con su rol de manera ejemplar. Ya mencioné que Ralph Fiennes está magnífico: poderoso, maligno, sutil, tan magnético e hipnotizante como mirar a los  ojos a una serpiente. Alan Rickman captura la atención sin tener que hablar siquiera, la fuerza de su mirada es irremplazable. Helena Bonham-Carter está habilidosamente perversa. Me impresionó el grito torturado de Emma Watson. También la fuerza interpretativa de Rupert Grint durante su tres grandes speech en el film: la seriedad y cordura cuando evita que Harry se marche solo de La Madriguera, la ira y los celos durante la pelea con Harry en la tienda, y el candor con que relata la manera en que pudo volver a reunirse con sus amigos. Dan Radcliffe está a la altura de su papel como protagonista; sin duda su mejor momento es durante la escena de los 7 Potters, donde interpreta de maravilla a sus compañeros.

[SPOILER] Curiosamente, otra escena donde se aprecia una gran interpretación sin palabras es durante la escena del baile con Hermione. Y voy a ser bien enfática en ello aunque se me echen muchos fans encima… Es una escena romántica. Quienes leímos los libros, sabemos que Harry siempre pensó en Hermione como en una hermana. Pero el Harry de la película… NO. Querámoslo o no, la escena del baile escindió a Harry en dos: el literario y el cinematográfico. Al Harry literario nunca se le hubiera pasado por la mente en ponerse a bailar para “alegrar” a su amiga. El Harry del cine nos deja muy patente que estaría dispuesto a una relación romántica con Hermione. Es más, existe más avance voluntario de su parte que en las ocasiones que ha besado, perdón…, “que ha sido besado” por Ginny (en donde la iniciativa siempre ha sido de ella), de hecho hay más pasión y calor en el baile que en la subida de cierre de vestido y posterior beso. Para quien no sepa nada, pero nada del final de la saga, pensará que Harry estaba enamorado de Hermione y se quedó con Ginny sólo porque la primera prefirió a Ron. Y no habrá explicación que valga. Da igual que lo haya inventado Kloves o Yates, todo se hizo con la aprobación y respaldo de J. K. Rowling. [FIN DEL SPOILER]

Creo que se me quedarán muchos temas en el tintero y aunque no quiero hacer más larga esta crítica, no puedo evitar hacer notar una omisión de narración lógica: ¿Cómo se supone que Snape sabe dónde acampan Harry y Hermione? En el libro era por Phineas Nigellus, cuyo retrato Hermione llevaba en su bolso. Pero en la película al parecer queda como un cabo suelto… a menos que yo me haya perdido de algo o que Kloves decida explicarlo en la segunda parte.

[SPOILERS] Me parecieron bien algunos cambios como las circunstancias de la muerte de Hedwig o que Dobby apareciera antes en la película y no sólo en la Mansión Malfoy. Me parecieron desaciertos algunos temas como el guión pobre en algunas escenas, por ejemplo cuando todos llegan a La Madriguera y sólo hay 2 frases a propósito de la muerte de Moody, o el abuso de los efectos especiales como la parte en que la motocicleta da vueltas por el túnel (me parece patética y poco original la escena en que Harry queda colgando y camina encima de un vehículo). [FIN DE SPOILERS]

En resumen, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, Parte I es una película entretenida, de acción, con aciertos y errores como las anteriores, aunque muy superior a las previas de David Yates. Distinta, en el sentido que ya no se desarrolla en Hogwarts (de hecho, ni siquiera se aprecia un vistazo al castillo en la escena de la tumba de Dumbledore, sin duda su imagen la están guardando para la segunda parte). Pero hay que ir a verla con ojos abiertos, sin grandes expectativas, no deseando ver cada escena y palabra del libro ni esperando que se profundice en la historia. Así será la única manera en que la disfrutes.

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Autor Aura Zephyr

Blogger, enamorada de los libros y de las peliculas de aventuras y de fantasía épica.

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