Notas de Producción de ‘Harry Potter y el Prisionero de Azkaban’

A continuación presentamos detalladamente el proceso de filmación de la película Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. Las siguientes son las notas de producción oficiales publicadas por las productoras Warner Bros., Heyday Films, y 1492 Pictures, en 2004:

Harry Potter y el Prisionero de Azkaban

1. Una Nueva Dirección

Harry Potter y el prisionero de Azkaban es la tercera adaptación cinematográfica de Warner Bros. Pictures de la famosa serie de novelas de J.K. Rowling Harry Potter, en la que Harry y sus amigos Ron y Hermione, ahora adolescentes, vuelven para su tercer año en Hogwarts, donde se ven obligados a hacer frente a sus más oscuros temores cuando se enfrentan a un prisionero fugado que representa una gran amenaza para Harry, y a luchar con los espeluznantes e inquietantes Dementores, que son enviados allí para protegerles.

Cuando al director Alfonso Cuarón le plantearon por primera vez la posibilidad de dirigir Harry Potter y el prisionero de Azkabán, acababa de terminar su trabajo en la premiada película Y tu mamá también y no estaba familiarizado con lo que él llama “la mitología de Harry Potter”. Tras leer el guión de Steve Kloves y la serie de novelas, Cuarón se quedó enganchado.

“A pesar de que en apariencia ésta es una historia sobre magia y criaturas mágicas, fueron los temas que se exploran en ella lo que me resultó tan interesante, y tan relevante en la actualidad”, dice el aclamado guionista y director, que dirigió la encantadora película familiar A Little Princess y que fue nominado para un Oscar al mejor guión en 2003 por Y tu mamá también. “Los temas sobre el hecho de hacerse mayor, la identidad, las relaciones con los amigos, la falta de orientación paterna y la búsqueda interior. Hay también temas sobre clase social, injusticia, racismo – cosas que nos afectan a todos en todo el mundo”.

Como comenta el productor David Heyman, “Y tu mamá también es una historia sobre los ritos de paso de la adolescencia a la madurez, y la tercera historia de Harry Potter trata sobre el paso de la infancia a la adolescencia. Los temas son bastante similares. Alfonso entiende muy bien los matices de la vida adolescente – él es un adolescente en el fondo. Además, sólo hay que ver A Little Princess para darse cuenta de que tiene magia en el alma. Es un hombre profundamente comprensivo y con un gran sentido del humor. Es un magnífico director”.

“Alfonso es estupendo con los jóvenes actores, y obviamente eso es muy importante en el caso de estas películas”, añade Chris Columbus, que su unió a Heyman y a su socio en la producción Mark Radcliffe como productor de Harry Potter y el prisionero de Azkabán después de dirigir las dos primeras películas de Harry Potter, que tuvieron un tremendo éxito de taquilla. “Es también uno de los directores más apasionantes desde el punto de vista visual que trabajan en la actualidad, y posee un increíble sentido narrativo”.

Tras haber pasado un total de cuatro años dirigiendo Harry Potter y la piedra filosofal y Harry Potter y la cámara secreta, Columbus tomó la decisión de “¡finalmente cenar con mis hijos!”, dice con buen humor. “Elegir a otro director para explorar aún más el mundo cinematográfico de Harry Potter era una espada de doble filo. Por una parte, buscábamos un director al que no le importase asumir un universo establecido, con decorados y un reparto ya decididos, pero al mismo tiempo queríamos a alguien que aportase su propio punto de vista y su visión a la producción. Queríamos que los espectadores continuasen estas aventuras con los personajes y con el mundo que habían llegado a amar, pero también que se viesen expuestos a una nueva perspectiva”.

La autora J.K. Rowling, que, según se dice, considera A Little Princess una de sus películas favoritas, le dio a Cuarón todo su apoyo mientras él se esforzaba por llevar su apasionante pero contemplativa novela a la pantalla. “Jo Rowling me pidió que no fuese demasiado literal con mi interpretación, sino que fuese fiel al espíritu de los libros”, comenta el director. “Ella es muy elocuente sobre el mundo que ha creado, y es igualmente consciente de que si quieres hacer una película que no dure más de dos horas y media, tienes que hacer elecciones. Yo sabía que si honraba el universo que es Harry Potter, tenía la posibilidad de hacer mi mejor película hasta la fecha”.

A Cuarón le gustó el hecho de “heredar” un mundo preestablecido de decorados y actores porque eso le daba más tiempo para centrarse en la historia y en las interpretaciones de los protagonistas, Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint. Para los jóvenes actores, la producción supuso dos nuevos retos: expresar la aventurada transición de sus personajes a la adolescencia y trabajar por primera vez sin Columbus, su mentor como actores.

“Tuve la oportunidad de poner en práctica todo lo que aprendí a lo largo de dos años trabajando con Chris”, dice Daniel Radcliffe con gran entusiasmo. “No creo que hubiese podido hacer una película de Alfonso Cuarón antes de ésta, pero me sentía preparado después de haber aprendido tanto con Chris, y del mismo modo todo lo que he aprendido con Alfonso lo podré poner en práctica con Mike Newell. Es una continua educación para mí”.

Para Emma Watson, el mayor regalo que le dio Columbus fue la confianza en sí misma, que fue crucial para su interpretación de Hermione en El prisionero de Azkabán. “Alfonso nos hizo pensar sobre nuestros personajes y sobre cómo reaccionarían ante ciertas situaciones, que es algo que no creo que estuviese preparada para hacer en las dos primeras películas”, dice pensativa.

Cuarón se sintió afortunado de trabajar con los actores a esta edad, con la inestimable experiencia adquirida en las dos primeras producciones. “Conocían todo lo relacionado con sus personajes y con el universo que les rodeaba, así como todos los aspectos técnicos como los efectos especiales, la pantalla azul y actuar frente a una pelota en el extremo de un palo”, comenta. “Además, habían madurado hasta el punto de que estaban dispuestos a explorar un territorio más emocional de lo que lo habían hecho antes”.

Una de las principales consideraciones de Cuarón es el viaje interior en el que se embarcan los principales personajes adolescentes, en el que los temores a los que se enfrentan se manifiestan desde dentro, en lugar de hacerlo en forma de monstruos tangibles. Según Heyman, “Para Alfonso era importante condensar el modo en que cambiaban las vidas de los chicos al llegar a los trece años. Los demonios que experimentan no son simplemente monstruos que hay en el exterior, como las arañas o el Basilisco. Sus demonios surgen de dentro”.

“Harry no se enfrenta tanto a la amenaza de criaturas mágicas como a las revelaciones sobre su propia vida”, explica Cuarón. “Descubre cosas nuevas sobre su identidad y la de los que le rodean que le obligan a crecer deprisa”.

Radcliffe utilizó lo que describe como “la angustia adolescente” en la novela de Rowling para su interpretación del Harry Potter de trece años. Tal como él lo ve, “Harry es un muchacho muy airado. No tiene miedo de contestar a los Dursley, ni de enfrentarse a su propia identidad, aunque creo que, como en el caso de cualquier otro adolescente, su ira está equilibrada con una especie de torpeza social”.

Al tiempo que Harry se enfrenta a sorprendentes revelaciones sobre su pasado, Hermione también experimenta su propia mayoría de edad. “En las dos primeras películas, Hermione es la sensata, la que siempre sabe lo que hay que hacer”, dice Watson a propósito de su precoz personaje, cuya herencia Muggle es un punto de discusión con el vengador de Slytherin, Draco Malfoy. “En la tercera historia, Hermione decide que no va a aguantar más, ni a Malfoy ni a ninguna otra persona. Acaba dándole un puñetazo a Malfoy y saliendo a toda prisa de una clase. Es más ‘guerrera’, más irreverente y, por supuesto, más divertida de interpretar”.

Para ayudar a los tres jóvenes actores a profundizar la comprensión de sus personajes, Cuarón les pidió a cada uno de ellos que escribieran una composición detallando cómo veían el crecimiento de sus personajes desde sus primeros días en Hogwarts hasta el comienzo de la tercera historia. “Recuerdo que cuando entregué mi composición estaba muy contento porque ni Emma ni Rupert habían hecho todavía las suyas”, recuerda Radcliffe, sonriendo burlonamente. “Escribí toda una página sobre mi personaje. Pero al día siguiente vino Emma y había escrito ¡dieciséis páginas y media!”

“Mi composición sobre Hermione me hizo pensar en cosas en la que no había pensado nunca antes”, cuenta Watson. “Alfonso nos pidió que escribiésemos sobre por qué nuestros personajes se comportaban del modo que lo hacían, sobre lo hay detrás de sus pensamientos y sobre el modo en que les afectan las cosas. Lo llama ‘quitarles las máscaras’. Yo me di cuenta de que la obsesión de Hermione con los libros y el trabajo escolar es su manera de sentirse segura. Me ayudó realmente a comprenderla”.

Cuarón está todavía esperando la composición de Rupert Grint. “¡Pero, eh, así es mi personaje!” protesta Rupert. “Dan y Emma me ayudaron a darle a Alfonso todas las excusas habituales, como que el perro se había comido mis deberes, ese tipo de cosas. Pero a Ron nunca le ha gustado el trabajo escolar, y habría encontrado todas las excusas posibles para no tener que hacer la composición, ¡así que yo hice lo que cabría esperar de mi personaje!”

Al director le pareció increíblemente útil el ejercicio, porque le permitió comprender aún más la personalidad de sus jóvenes actores y de sus personajes. “Los chicos realmente desnudaron su alma en esas composiciones, y no tuvieron miedo de descubrir ni de explorar su vulnerabilidad”, dice Cuarón, que conservó las composiciones incluso después de terminada la producción. “Las utilizamos a menudo como consulta durante el rodaje, como una especie de taquigrafía que ayudaba a los chicos a meterse en ambiente”.

2. Nuevos Personajes y Miembros del Reparto

Además de desarrollar la identidad como adolescentes de los personajes centrales, Harry Potter y el prisionero de Azkabán también presenta varios nuevos y misteriosos personajes, interpretados por algunos de los mejores y más respetados actores británicos.

Para interpretar al convicto fugado Sirius Black, el hombre acusado de conducir al asesinato de los padres de Harry Potter, los realizadores recurrieron al versátil actor Gary Oldman. “Gary es uno de los mejores actores de su generación, y uno de los más brillantes, más sensibles y afectuosos con los que he trabajado”, dice el productor David Heyman con alabanza. “Siempre que ves a Gary en una película, resulta absorbente, dinámico y peligroso. Pero por dentro resulta vulnerable. Esas cualidades de peligro y calidez son fundamentales para el papel de Sirius Black, y Gary transmite de manera muy intensa todas las complejidades emocionales del personaje”.

“Toda la historia gira alrededor de Sirius Black, el único prisionero que ha conseguido jamás escaparse de la prisión de Azkabán, y que todo el mundo cree que está tratando de matar a Harry”, comenta Alfonso Cuarón. “Pero Black es un personaje con muchas facetas. Era un papel extremadamente difícil de interpretar, incluso para un actor del calibre de Gary”.

“Soy un gran admirador de Gary Oldman y cuando lo conocí me quedé absolutamente aterrado”, admite Daniel Radcliffe. “Pero es un tipo muy legal y te hace sentirte muy cómodo”.

Para Oldman, lo que le atrajo inicialmente del papel fue la oportunidad de trabajar con Alfonso Cuarón. “Alfonso pone mucha pasión y mucho entusiasmo en sus películas”, comenta Oldman, “lo cual en parte es un reflejo de su origen latinoamericano, la inyección de cultura y de música”.

Al igual que Sirius Black, la dualidad es un aspecto fundamental del nuevo Profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras de Hogwarts, Remus Lupin, interpretado por David Thewlis (Timeline, Indefenso, El gran Lebowski). “Lupin es muy paternal y agradable, pero también él tiene su oscuro secreto”, dice Thewlis. “Es uno de los últimos lazos que quedan entre Harry y sus padres, junto con Sirius Black y el Profesor Snape. Así que Lupin es un gran consuelo para Harry, lo cual era parte del atractivo del papel. Muchas de las escenas que tengo son con Daniel – nada de efectos especiales, sólo conversación – lo cual fue muy gratificante para los dos”.

“David aporta una gran calidez al personaje de Lupin”, dice Cuarón. “Es como el hermano mayor de Harry, la persona que ofrece consejo y apoyo sin ser condescendiente, pero él también tiene demonios. David aporta muchísima sabiduría y calidez al papel, pero nunca es simplemente blanco y negro”.

Michael Gambon (Sleepy Hollow, Gosford Park, Angels in America) se une al reparto como el estimado Director de Hogwarts Albus Dumbledore, un papel interpretado por el fallecido Richard Harris en las dos anteriores películas de Harry Potter. “La gente me pregunta a menudo qué se siente al sustituir a Richard Harris y yo lo comparo con el rey Lear”, cuenta Gambon. “Muchos actores han interpretado a Lear, y a ninguno de nosotros nos preocupa lo que el anterior actor ha hecho; simplemente coges el papel y lo haces tuyo”.

Gambon rinde homenaje a Harris de un modo sutil y personal. “Soy de origen irlandés, y en mi primer día de rodaje me salió el acento irlandés. Parecía natural. A Alfonso le gustó, así que lo conservé. Pienso en ello como mi homenaje a Richard”.

“Lo que Michael aporta a la película es realmente excepcional”, dice Heyman. “Dumbledore es un excéntrico con un brillo especial en los ojos, y Michael tiene esas cualidades. Por una parte, hace un homenaje a Richard con el acento irlandés, pero también en gran medida hace suyo el personaje”.

El papel de la extremadamente miope pero clarividente Profesora de Adivinación Sibyll Trelawney está interpretado por la polifacética actriz y guionista Emma Thompson. “Como Trelawney está siempre mirando más allá del presente hacia el futuro, es totalmente incapaz de ver justo lo que hay delante de ella”, confiesa Thompson. “Es muy neurótica y tiene algo de desvalida, pero debajo de su indefensión es de acero”.

“Emma aporta algo especial a Trelawney”, dice Cuarón. “Su interpretación es muy graciosa, pero también añade un trasfondo inquietante al personaje”.

Otro nuevo y misterioso personaje de la película es Peter Pettigrew, uno de los más íntimos amigos de James Potter, que se dice que ha sido asesinado por El Que No Debe Ser Nombrado. Pettigrew está interpretado por Timothy Spall (El último samurai, Vanilla Sky, Casi famosos). “Pensé que el personaje era interesante de interpretar, ya que es repulsivo y comprensivo al mismo tiempo, y provoca una envidiable simpatía en los espectadores”, dice Spall. “Es una especie de paria. De un grupo de compañeros de clase, él es el mequetrefe que anda por ahí y es tolerado porque los otros sienten lástima por él. Pero en realidad está al margen del grupo y, como sucede con muchos mequetrefes, es el más alborotador”.

Entre otras notables incorporaciones al reparto figuran Julie Christie como Madam Rosmerta, la amable y bondadosa dueña del pub Las Tres Escobas; Pam Ferris como Marge, la mandona tía de Harry; la actriz y humorista Dawn French como la enérgica Señora Gorda del retrato de la Torre de Gryffindor; el actor y humorista Lenny Henry, que aporta la voz de la pintoresca y reducida cabeza parlante del Autobús Noctámbulo; y el humorista y actor Paul Whitehouse, que se pone la armadura de Sir Cadogan.

3. La Producción

De acuerdo con los elementos temáticos de los que está imbuida Harry Potter y el prisionero de Azkabán, el director Alfonso Cuarón decidió establecer un tono más maduro en el vestuario de los personajes, en los decorados y en el estilo de la propia película. Como la mayoría de los adolescentes están muy al tanto de la cultura pop y de las tendencias de la moda, Cuarón pensó que Harry, Ron, Hermione y los demás estudiantes de Hogwarts no deberían ser una excepción.

“Lo que realmente quería hacer era que Hogwarts fuese más actual y un poco más naturalista”, explica. “Por ejemplo, me informé sobre los colegios ingleses y observé el modo en que los chicos llevaban los uniformes. No había dos iguales. La individualidad de cada adolescente se reflejaba en la manera en que llevaban el uniforme. Así que les pedí a todos los chicos de la película que llevasen los uniformes como lo harían si sus padres no estuviesen cerca”.

“Acabé con la corbata totalmente hecha un lío y con la camisa medio salida”, dice Rupert Grint, siempre consecuente con el personaje. “Era divertido, pero también tenía una finalidad seria al ayudarnos a establecer las identidades individuales”.

Cuando Cuarón le preguntó a Radcliffe cómo se vestiría Harry al convertirse en adolescente, “Pensé que habría sido un salto demasiado grande que Harry se volviera muy consciente de su imagen”, opina el joven actor. “No llevaría chapas ni cadenas. Pero se está volviendo más consciente de sí mismo y, aunque su ropa no sea exactamente moderna, es menos formal y menos infantil”.

Para gran alegría de Emma Watson, Hermione también disfruta de una pequeña evolución en su vestuario. “Para Hermione se han acabado las faldas de tweed y los jerséis tejidos al estilo de la abuela y – hasta me atrevo a decir – ¡llevar vaqueros!” comenta Watson. “No va a la moda, pero es más estilosa que antes. Hermione sigue llevando el uniforme con el botón superior abrochado, ¡pero lo intenta!”

De acuerdo con la visión actual de Cuarón, la diseñadora de vestuario Jany Temime hizo sutiles cambios en el diseño de los propios uniformes de Hogwarts. “Oscurecimos los colores e incluimos una capucha con los colores de la casa en la parte de dentro, por lo que se sabía inmediatamente a qué casa pertenece cada estudiante”, dice Temime. “Para fomentar la individualidad, les dimos a todos una selección de camisetas, jerséis, rebecas y otras variaciones sobre el uniforme”.

“Los cambios no suponen una desviación total del vestuario de las dos primeras películas, sino más bien un reflejo de la evolución de los personajes en los propios libros”, sugiere Columbus. “No vestimos a los chicos con ropa a la última moda. Su vestuario representa un cambio gradual, que refleja su transición natural a la adolescencia”.

Temime también aportó un estilo fresco a los uniformes de Quidditch de Hogwarts. “La idea era hacerlos más modernos, que se pareciesen a la ropa que se utiliza en deportes como el rugby o el fútbol”, explica. “Así que incorporamos rayas y números. Como la secuencia de Quidditch tiene lugar bajo la lluvia, tuvimos que utilizar un tejido impermeable muy moderno, y eso en sí mismo ya les dio a los uniformes un estilo más actual”.

La creación del estilo del prisionero fugado Sirius Black fue la culminación de semanas de trabajo de diseño entre Temime, Cuarón, Oldman y los departamentos de peluquería y maquillaje. “Probamos todo tipo de cosas”, dice Oldman. “Pensábamos que tal vez con los doce años que Black había estado en prisión su pelo se habría vuelto gris. Sus tatuajes fueron idea de Alfonso. En general, fue un gran esfuerzo de colaboración”.

Para el confidente de Harry, el Profesor Lupin, Temime eligió “prendas de tweed típicamente inglesas. Alfonso decía que Lupin debería tener el aspecto de ¡un tío que se divierte mucho los fines de semana! Así que nos aseguramos de que su toga estuviese siempre descuidada y más gastada que las de los demás profesores”.

Al desarrollar el vestuario para la nueva profesora de Adivinación de Hogwarts, la Profesora Trelawney, Emma Thompson realizó bocetos de lo que ella pensaba que sería el aspecto que tendría su cómico y miope personaje, y se los envió a Cuarón y Temime.

“La veía como una persona que no se ha mirado en el espejo desde hace mucho tiempo”, dice Thompson. “Tiene unos ojos enormes y saltones, y un pelo que es como si explotase en la parte superior de su cabeza y que claramente no ha sido cepillado en mucho, mucho tiempo. Probablemente ha tenido ardillas ‘anidando’ en él en algún momento”.

Utilizando una tela con espejos y ojos para subrayar la miopía del personaje con mentalidad de futuro, Temime creó un estilo totalmente anticuado para Trelawney, realzado por unas gafas mayores de lo normal y equipadas con lupas. “Las gafas son sin ninguna duda lo que caracteriza su vestuario”, dice Thompson con entusiasmo. “Aunque si tuviese que interpretar a Trelawney durante mucho tiempo estaría ciega al final del rodaje, porque no puedo ver con ellas”.

Los diseños de Temime también contribuyen a dar al Profesor Dumbledore de Michael Gambon una identidad distinta a la del retrato que Richard Harris hizo del personaje. “Alfonso quería que Dumbledore pareciese un viejo hippie, pero sin dejar de ser chic y con mucha clase”, explica. “Sus anteriores trajes habían sido bastante pesados y majestuosos, pero cogimos seda y la teñimos de modo que cuando camina su toga flota tras él. Es un estilo mucho más ligero, lo cual también le da al personaje más energía”.

Para el misterioso Peter Pettigrew, Temime eligió un traje de los años 70, le entretejió pelos plateados y le añadió una cola ensartada. “Su estilo está congelado en el tiempo, y su ropa está muy gastada”.

Harry Potter y el prisionero de Azkabán vuelve a contar una vez más con el diseñador de producción Stuart Craig, galardonado con los Premios de la Academia, y su equipo de directores artísticos, artistas escénicos, dibujantes, dibujantes de storyboards, escultores y la decoradora Stephenie McMillan. Tras haber diseñado decorados clave para la serie de películas de Harry Potter, incluyendo el Gran Salón y la sala común de Gryffindor, a Craig le correspondió la tarea de ampliar el mundo de Harry Potter dentro de Hogwarts – y más allá – para la tercera producción.

El diseñador trabajó estrechamente con el director Alfonso Cuarón en la creación de muchos nuevos decorados para la ambiciosa producción, entre ellos, la clase de Adivinación de la Profesora Trelawney, que fue hábilmente transformada a partir de la clase de Defensa Contra las Armas Oscuras del Profesor Lupin con la ayuda de más de 500 tazas de té; el bosque oscuro, que se construyó en el plató más grande de los Estudios Shepperton; el pueblo de Hogsmeade; el pub Las Tres Escobas; la prisión de Azkabán; el patio de la torre del reloj; y la hazaña de ingeniería conocida como la Casa de los Gritos.

La Casa de los Gritos, uno de los decorados de la película más difíciles de crear, tenía que dar la impresión casi de estar viva, “crujiendo y moviéndose como si estuviese siendo sacudida continuamente por el viento”, dice Craig, que fue nominado para un Premio de la Academia a la mejor dirección artística por Harry Potter y la piedra filosofal, y ha conseguido tres Oscars por su trabajo en El paciente inglés, Las amistades peligrosas y Gandhi.

El largo y tortuoso camino hacia el “edificio más embrujado de Gran Bretaña” comienza a través del tronco del Sauce Boxeador, continúa por un túnel subterráneo, serpentea a través de una trampilla, sube por unas destartaladas escaleras, y acaba finalmente en la ruinosa sala de estar de la Casa de los Gritos. “El viaje a la Casa de los Gritos representa el terrible viaje que soporta Lupin durante su transformación en hombre lobo”, cuenta Craig. “La sala de estar está completamente destrozada y refleja su tormento interior”.

Aunque normalmente no trabajan en el diseño de decorados, los supervisores de efectos especiales John Richardson y Steve Hamilton colaboraron con Craig y su equipo para hacer realidad la Casa de los Gritos construyendo el decorado en una gran plataforma hidráulica.

Cuarón añadió su propio estilo al diseño global de la película, incorporando sutiles referencias a su herencia mejicana en muchos de los decorados. Por ejemplo, cuando los adolescentes pasan por delante de la terraza de la torre del reloj de camino al pueblo de Hogsmeade, las esculturas que rodean la fuente de la terraza tienen serpientes y águilas, basadas en un motivo tomado de la bandera mejicana.

Para contribuir a dar un estilo contemporáneo y atmosférico a la película, Cuarón utilizó el talento del montador Steven Weisberg (A Little Princess, Men In Black II (Hombres de negro II)), el diseñador de sonido Richard Beggs (Lost in Translation, Adaptation [El ladrón de orquídeas]) y el director de fotografía Michael Seresin (El expreso de medianoche, Fama, La vida de David Gale).

“Esta historia es mucho más oscura que las dos anteriores, por lo que la iluminación es más lúgubre, con más sombras”, dice Seresin. “Alfonso es muy partidario de usar los primeros planos con moderación. Al rodar con grandes angulares, los fondos se vuelven tan importantes para la narrativa como los actores”.

Según Cuarón, utilizó una serie de grandes angulares para amplificar la importancia de Hogwarts en la historia, y subrayar el desarrollo de los personajes: “Tenemos la cámara en constante movimiento y no usamos los primeros planos como recurso narrativo. Preferimos observar a los muchachos desde más lejos, porque creo que el lenguaje corporal es muy interesante”.

“Aunque Alfonso ‘heredó’ varios decorados conocidos de Harry Potter, la manera en que él y Michael Seresin los filmaron utilizando grandes angulares contribuye a crear una experiencia visual completamente nueva”, opina Craig. “Es como ver el mundo de Harry Potter con nuevos ojos”.

Para contribuir a la misteriosa atmósfera de la película hay unas secuencias rodadas en exteriores en Glen Coe, Escocia, donde la producción pasó varias semanas rodando escenas que muestran los alrededores de Hogwarts, incluida la culminante secuencia en la que Harry, Ron y Hermione intentan rescatar a Buckbeak, el Hipogrifo mágico. “Las escenas que rodamos en Escocia representan el logro de la película del más orgulloso estoy”, dice Seresin con entusiasmo, que soportó 28 días de lluvia mientras rodaba en las Highlands. “No podíamos haber elegido un tiempo más perfecto para nuestra historia. Todo el equipo estaba resbalando en el barro, ¡pero yo no podía haber sido más feliz!”

El sombrío tono de la película también se refleja en la excitante secuencia de Quidditch, que tiene lugar bajo la lluvia. La escena, que transcurre contra un cielo oscuro y amenazador, muestra los peligrosos efectos que los Dementores tienen sobre Harry, y presagia otro encuentro paralizador – que podría costarle a Harry su misma alma.

4. Criaturas Increíbles y Transformaciones Mágicas

Como todas las queridas historias de Harry Potter de J.K. Rowling, Harry Potter y el prisionero de Azkabán está poblada por criaturas imaginarias y transformaciones mágicas. En esta película nos encontramos con Buckbeak, una raza mitad caballo y mitad águila conocida como Hipogrifo; el secreto alter ego del Profesor Lupin, un mortífero hombre lobo; y los espeluznantes e inquietantes Dementores, que guardan la prisión de Azkabán alimentándose de los peores miedos de sus captores.

Además, en la película aparece el vehículo mágico conocido como el Autobús Noctámbulo, la increíble “expansión” de Marge, la detestable tía de Harry Potter, y las peleonas mascotas Crookshanks, el gato de Hermione, y Scabbers, la rata de Ron.

Para dar vida a Buckbeak fueron necesarios meses de imaginación, investigación y preparación exhaustiva, comenzando con el diseño del esqueleto de la criatura alada. “No me di cuenta de lo difícil que iba a ser crear a Buckbeak”, admite Cuarón. “Una vez que resolvimos la fisiología, la manera en que se moverían sus huesos, teníamos que captar su personalidad, que es una mezcla de majestuosa elegancia, especialmente cuando está volando, y de la criatura torpe y glotona en que se convierte cuando vuelve a tierra”.

El supervisor de efectos de criaturas Nick Dudman pasó casi un año desarrollando varios Hipogrifos “prácticos” para la producción, mientras que los supervisores de efectos visuales Roger Guyett y Tim Burke fueron los responsables de supervisar la creación de un Buckbeak generado por ordenador, que podía caminar y volar.

“Algunos de los efectos que Framestore CFC consiguió con el Hipogrifo no se han hecho nunca antes”, comenta Guyett, “especialmente con las complejidades de las plumas, que tienen que responder con cada movimiento como si fuesen parte de un ave real”.

Igualmente difícil para los realizadores fue el reto de transformar al afable Profesor Lupin en un hombre lobo de un modo diferente e ingenioso. “Hay tantos hombres lobo en la historia del cine que nos preocupaba repetir algo que ya se hubiese visto antes”, dice Cuarón. “Así que, en lugar de decidirnos por el tradicional hombre lobo peludo, nos decidimos por uno sin pelo”.

Al igual que Buckbeak, la creación lobuna es una combinación de efectos prácticos – realizados con el actor David Thewlis para mostrar los primeros estadios de la transformación de Lupin – y tomas de imágenes generadas por ordenador, que muestran al hombre lobo en movimiento. Para asegurar que la colaboración entre los efectos prácticos y los generados por ordenador fuese lo más fluida posible, los dos equipos tuvieron que decidir cómo, y a qué velocidad, se debería mover el hombre lobo. “Nos preguntamos qué sucedería cuando el hombre lobo anduviese a cuatro patas y no sobre dos piernas”, recuerda Guyett. “Teníamos que comprender todos los detalles de su estructura y su tono muscular”.

Los macabros Dementores, vívidamente descritos por Rowling en la novela y tal vez las criaturas más terroríficas de la película, causan estragos en Harry Potter cuando descienden sobre Hogwarts, aparentemente para proteger a los estudiantes del prisionero fugado Sirius Black. Estos aterradores seres de otro mundo planteaban otro reto visual más a los realizadores.

“Alfonso quería que los Dementores tuviesen una cualidad completamente distinta de las restantes criaturas míticas de la historia”, comenta Heyman. “Comenzó el proceso de diseño experimentando con movimiento a cámara lenta. Luego reprodujo el movimiento a cámara lenta al revés, como si los Dementores fueran por delante de un personaje al entrar en una habitación, en lugar de seguirlo”.

Para conseguir el toque abstracto que Cuarón quería para los etéreos guardas de la prisión, los realizadores trabajaron con el norteamericano experto en muñecos Basil Twist en una serie de experimentos con muñecos bajo el agua. “Basil vino a Londres y probamos varias formas de Dementores en un enorme tanque de agua para hacernos una idea de sus movimientos”, explica Cuarón. “Rodamos esas pruebas a cámara lenta, lo cual quedó realmente hermoso, pero no era un método práctico para utilizar en la película”.

“Fueron esas pruebas las que proporcionaron la dirección creativa para los Dementores”, añade Burke. “Alfonso quería hacer algo metafísico, no tangible, y las pruebas en el agua aportaron ese toque”.

Después de una intensa colaboración con Burke, Guyett, el equipo de efectos visuales de ILM y la diseñadora de vestuario Jany Temime, que experimentó con diversos tejidos para ayudar a encontrar el mejor aspecto y los mejores movimientos para los Dementores, Cuarón está orgulloso de su evocadora e inquietante personificación de los escalofriantes personajes de Rowling. “Creo que hemos creado unas criaturas realmente terroríficas”, dice el director. “Tienes la sensación de que los Dementores están tan descompuestos que si abriesen una puerta se les caerían los dedos, pero, al mismo tiempo, simplemente tienen que inhalar para absorberte el alma”.

Además de trabajar con ILM y Framestore CFC para crear las principales tomas de efectos visuales para la película, Guyett y Burke supervisaron la creación de material adicional de efectos visuales de The Moving Picture Company, Cinesite y Double Negative.

“Uno de los aspectos más apasionantes de trabajar en las películas de Harry Potter es ver cómo mejoran progresivamente los efectos visuales, debido a la combinación de nuestra propia experiencia y a los avances en cada producción”, dice el productor Chris Columbus.

Otro nuevo y pintoresco personaje en la película es el Autobús Noctámbulo de tres pisos y movido por magia, creado por los supervisores de efectos especiales John Richardson y Steve Hamilton. El espectacular autobús púrpura parece correr por las calles de Londres, cambiando de forma cuando es necesario para maniobrar por entre el tráfico Muggle.

“Fue una gran operación fabricar un vehículo apto para circular y con tres pisos”, dice Richardson. “Básicamente cogimos un autobús londinense fuera de servicio y construimos un nuevo chasis que pudiese soportar la carrocería hecha a medida. A continuación el equipo de especialistas lo puso a prueba”.

Las secuencias prácticas del Autobús Noctámbulo se rodaron a lo largo de varias semanas en diversos lugares de Londres y sus alrededores, utilizando una compleja coreografía para dar la impresión de que el vehículo circula a 160 kilómetros por hora. “No da tanto miedo como parece”, asegura el coordinador de especialistas Greg Powell. “Conducíamos el autobús a unos 50 kilómetros por hora y los otros coches iban sólo a unos 13 por hora. Fueron necesarias semanas de preparación con los conductores especialistas, e incluso la gente que se ve en la calle son especialistas, que fueron entrenados para andar de una manera increíblemente lenta para hacer que pareciese que el autobús iba más rápido”.

Al igual que el Autobús Noctámbulo, la “expansión” mágica de la detestable y autoritaria tía Marge también se consiguió en gran medida mediante medios prácticos. Se utilizaron 38 trajes de tweed de una talla cada vez mayor para vestir a la actriz Pam Ferris durante el meticuloso proceso de rodaje. “Llevaba varios cuerpos protésicos, que se inflaban a diferentes velocidades, y cuando alcanzaba el tamaño más grande medía casi un metro y medio de ancha”, dice Ferris, que no podía hablar ni comer mientras llevaba puesto el traje que pesaba 22 kilos.

Los principales personajes animales de la película, la rata de Ron, Scabbers, y el gato de Hermione, Crookshanks, juegan un papel importante en la historia. “Detesto a las arañas, pero creo que las ratas no están mal, por lo que no me importa hacer las escenas con Scabbers”, dice Rupert Grint. “El departamento de animales le afeitó trozos de pelo para que tuviese mal aspecto, pero es una rata bastante agradable y sana, ¡a la que le hicieron algunos arreglos!”

La animosidad en la pantalla entre la rata y el gato no es más que interpretación animal, asegura el preparador de animales Gary Gero, que ha trabajado en las tres películas de Harry Potter. “Antes de que los animales se conociesen, la preparadora Julie Tottman trabajó con el gato y David Sousa entrenó a la rata, por lo que sabíamos que teníamos un cierto control sobre ellos”, explica Gero. “Pero no estábamos seguros de cómo reaccionarían cuando tuviesen que trabajar juntos, por lo que creamos una pequeña pasarela con una red en medio para que no pudiesen cruzar uno al territorio del otro. Cuando llegó el momento de rodar, a ninguno le importó lo más mínimo. Se ignoraron mutuamente, por lo que nunca hubo ninguna pelea real”.

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