Una Premonición…

Por: Yanita

El vapor del tren se esparcía molesto por toda la estación, personas aceleradas caminando de allá para acá, Molestia, sintió molestia al tener que hacer uso de un transporte Muggle, El Era Draco Malfoy, un Malfoy no se halla en la necesidad de transportarse junto con Muggles, entonces ¿Qué hacia el Magnate del rubio en esa estación?..Ni siquiera el lo sabia, una mañana se levanto, salio a Londres, y al darse cuenta, un boleto hacia la ciudad de Westminster reposaba en su mano, ¿para qué demonios visitaba esa ciudad? No tenía familia allá…, Visitar ¿Amigos? Esa palabra ya se hallaba totalmente tachada de su vocabulario, el significado de esa pronunciación no lo conocía como era debido, y el estaba consiente de ello, a pesar de haber luchado contra el señor oscuro, de haber estado del lado de Potter y sus amigos, Draco Malfoy fue, y el pensaba, que siempre seria un ser solitario, sin siquiera recuerdos agradables de su adolescencia…A decir verdad, no poseía ningún recuerdo agradable de su vida, nada que valiera la pena recordar…
El silbato del tren resonó fuerte por el lugar, llamando así a todos los pasajeros para abordar, ajusto su gabardina, y con el porte y elegancia que posee un Malfoy, se encamino hacia la enorme locomotora.

-Buenos días señor, ¿hacia donde se dirige?…; Pregunto uno de los acomodadores amablemente.

-hacia Westminster…; respondió este sin mirarlo.

-Valla, le espera un largo viaje, ¿me permite su boleto?…; el rubio le extendió su boleto a la persona frente a el, en cuestión de segundos, ya era llevado hacia el vagón que le correspondía…

Caminaba el largo pasillo de aquel tren, sin dejar de fijarse en aquellas miradas dirigidas a su persona, la mayoría, pertenecientes a mujeres, las cuales lo observaban detenidamente, para luego, mirarlo de forma insinuante…No les presto atención a ninguna de ellas, ya era demasiado el viajar en un tren Muggle, para ahora, venir a relacionarse en persona con ellos…, volvió su vista al frente, topándose sin querer con una figura femenina, la miro, la joven mujer había dejado caer su maleta, sin saber el porque, el la ayudo a levantarla, sorprendiéndose de sobremanera por lo que acababa de hacer, ¿Draco Malfoy ayudando a una muggle?.

-Muchas Gracias…; la mujer hablo por primera vez, haciendo que el rubio la viera mas detenidamente.
Esa voz…; Rizos castaños, aroma a canela, ojos café, era…

-Nos conocemos ¿cierto?…; Draco pensó antes de hablar, abrió la boca para responder, pero un llamado interrumpe el momento.

-¡Señor, eh aquí su compartimiento!…; el acomodador llama al rubio desde el final del pasillo.

-Con permiso…; dice rápidamente, alejándose de ella.

-Esperemos tenga un buen viaje, y para lo que se le ofrezca, estoy a sus ordenes…; sin mas, el sujeto que lo atendió desde que piso aquel tren lo dejo solo…

Miro a su alrededor, por supuesto, el estaba acostumbrado a viajar en transportes mas lujosos, compañía de su altura, atención de primera, pero no negaba, que el lugar no estaba mal, para ser un transporte Muggle, el vehículo se hallaba presentable…,miro su caro reloj de pulsera, 7 horas de recorrido eran lo que le esperaba a continuación…, acomodo su equipaje y tomo asiento junto a la ventana, fijando sus ojos grises en el paisaje que empezaba a moverse frente a el, ya dándose cuenta, de la velocidad que estaba adquiriendo el tren para partir rumbo a su destino.

* *

El crepitar del fuego era lo único que percibían sus iodos esa noche, además de los constantes ululares de las lechuzas del bosque…, sus ojos de hielo no se despegaban de las llamas, en un momento, deseo poder consumirse en ellas, dejar de existir de una vez por todas, alejándose así de esa maldita guerra, pero no, Draco Malfoy no huiría como perro asustadizo, lucharía, y, para lo sorpresa de muchos, lucharía contra el señor oscuro, dándole la espalda a las únicas personas que alguna vez se interesaron en el, pero que al parecer, lo habían cambiado por el mismo Voldemort…, sus padres se encontraban cegados por el poder que les concedió aquel ser perverso, tan cegados, que lastimaron dolorosamente a su único hijo, pero eso tenia que suceder, debía suceder, para que así, el se diera cuenta de la clase de vida que tendría si seguía estando del lado oscuro, por lo que en parte, agradecía a sus padres el haberlo tratado de esa forma, abriéndole los ojos para fijarse claramente en la realidad que lo rodeaba.

-¿Gustas un poco?…; pregunto una castaña mientras le extendía una humeante taza de café.

El rubio la tomo en silencio, y sin agradecer siquiera, bebió del amargo liquido.

-No pensé que alguien estaría despierto a estas horas…; siguió hablando Hermione mientras tomaba asiento frente al fuego y se ajustaba mejor su chaleco, el frió de esa noche era mas fuerte que en ocasiones anteriores.

-Cuesta dormir en estos tiempos…; respondió el rubio sin quitar su vista de las llamas.

-Pensé que eso solo me pasaba a mí…; comento Hermione suspirando, Draco la miro por escasos segundos, segundos en los que pudo contemplar la belleza que había ignorado, menospreciado, insultado y herido estando en Hogwarts durante varios años…, un anillo brillaba radiante en su dedo anular, aquella razón por la cual luchaba ella, razón que lo hería enormemente a el, pero que no admitiría ni aunque lo torturaran a muerte.

-¿Llevas mucho tiempo despierto?…; pregunto la castaña entablando conversación.
-solo un par de horas.

Silencio

-¿Potter se recupero de sus heridas?…; entablo esa pregunta con la intención de hablar mas con ella, de escuchar so voz solo dirigida a el.

-Esta mucho mejor, ya para mañana estará totalmente recuperado, fue una suerte que llegaras a tiempo para ayudarlo.

-Que irónico suena, Draco Malfoy ayudando a Harry Potter…; exclamo con una ácida sonrisa.

-Te sonora irónico, pero es la realidad.

Silencio.

-Es tonto llevar eso Granger…; señalo contrariando a la joven.

-¿Qué cosa?

-eso, es tonto llevarlo…; dijo señalando la mano de Hermione; -No es recomendable hacerse ilusiones de algo que puede que no pase, ¿acaso estas tan segura de ganar esta guerra?
Hermione lo vio por unos segundos antes de responder.

-No sabemos si ganaremos o no esta guerra, pero yo tengo fe, y esto…; levanto su mano; -me da fuerzas para seguir con esta lucha, y ganas de ganarla cueste lo que cueste.

Silencio.

-¿Acaso tu no posees algo que te de fuerzas para seguir adelante?…; pregunto la chica en voz baja.
Solo quería una vida tranquila…y para responder a su pregunta, si había algo que le daban fuerzas para seguir, o mas bien alguien…Ella, ella paso a ser la principal razón por la cual luchar, de un momento a otro, Draco Malfoy se enamoro de Hermione Granger, tal era ese sentimiento, que se juro hacer todo lo posible por ayudar a derrotar a Voldemort, con el fin de darle a ella la vida que deseaba, matrimonio, familia, con esa persona que insulto innumerables veces, pero que ella amaba con todo su ser, y que el despreciaba, solo por el simple echo de tenerla a ella.

-Solo quiero salir vivo de esto…; respondió tajante mirando el fuego una vez más.

Silencio.

-Creo que ya me iré a dormir…; señalo la joven bruja mientras se levantaba; -que descanses Malfoy…; termino a la ves que entraba a su tienda de campaña.

-Que descanses Hermione…; dijo en un inaudible susurro, que fue escuchado solo por el viento, el cual se encargo, de llevarse las palabras lejos de hay.
El rubio se levanto minutos después, pateando con ganas una piedra que se topo en su camino a la tienda, la cual compartía con Potter y Wesley…Este último, era dueño de todo su desprecio, solo por haber tenido el valor de declararle su amor a Hermione Granger, haber tenido el valor de pedirle que fuera su mujer, su esposa, su compañera, algo que Draco Malfoy deseaba con todo su ser, pero que ahora… no tendría jamás.

* *

Un fuerte silbido lo despertó al momento, enfoco su vista en el reloj, aun le faltaban 5 horas de camino, se levanto de su asiento, abriendo la puerta del compartimiento en el cual se hallaba y saliendo al pasillo del tren…, camino solo unos pasos, para toparse nuevamente con esa figura femenina, ese olor a canela, y esos ojos cafés, los cuales lo miraban detenidamente.

-Draco Malfoy…; exclamo la mujer.

-Hermione Granger…; dijo el rubio al instante.

-Es un placer verte nuevamente…; señalo la castaña sonriéndole calidamente.
Esa sonrisa…

-Lo mismo digo…; apunto educadamente.

Se vieron por unos instantes, la mujer frente a el se hallaba mas bella que nunca, sus rizos castaños mas definidos, su rostro mas fino y maduro, su figura mas esbelta…

-¿Cómo has estado?…; pregunto Hermione hablando nuevamente.

-podemos decir que bien…; Sus ojos grises se fijaron el la mano de la mujer, el anillo que había contemplado años atrás aun permanecía brillante en su dedo anular.

-Dime, ¿te gustaría acompañarme almorzar?, la verdad es que no es muy agradable el comer sola…; Draco Malfoy le daba toda la razón a esa exclamación, aunque el ya se hallaba acostumbrado, el comer solo resulta ser muy incomodo.

-¿estas viajando sola?

-Si, iré a visitar a mis padres.

-¿y tu marido?

-Ron se quedo cuidando a los niños, a decir verdad, no le agradan mucho los viajes largos.

Acepto gustoso la invitación, unos instantes a solas con ella sin una guerra de por medio era lo que deseaba desde hace tiempo, así sea compartiendo una simple comida.

Comieron a gusto en el compartimiento de ella, la comida preparada por la madre del dueño de su desprecio le resulto sumamente deliciosa, pero no tanto, como la compañía que poseía en ese momento…
No sabia si era por su olor a canela que lo mareaba, o por las innumerables copas de vinotinto que tomo junto con el almuerzo, pero, de un momento a otro, se hallaba demasiado cerca de Hermione Granger, tan cerca, que podía percibir perfectamente el olor del vino que bañaba su aliento, al igual que el, ella también se hallaba mareada…siguió con su acercamiento, hasta tenerla a un palmo de distancia, ella no se resistía…, miro detenidamente sus ojos, y con suma lentitud, acorto la distancia, uniendo sus labios en un beso, que empezó como una simple caricia, un simple roce, un beso de niños, para luego tornarse mas profundo, mas desesperado, mas anhelante.., sus bocas en una magnifica Danza, acompañadas por caricias intensas y suspiros de placer…, no sabia la razón por la cual ella respondía tan apasionadamente, quizás era, por que se hallaba bajo el maravilloso efecto del alcohol, de aquel vino, el cual se encontraba aun impregnado en la boca de ella, en su sabor adictivo…, o quizás, porque en algún momento de su vida, ella también lo deseo, lo deseo tanto, como el la deseaba e ella…, Desistió de buscar la razón por la cual ella se entregaba a el, se dedico a disfrutar del momento, del instante, en ese compartimiento, Draco Malfoy amo a Hermione Granger como nunca antes había amado a una mujer, la hizo suya al fin, como venia deseándolo desde hace años atrás…

* *

El fuerte silbido del tren lo despertó al momento, miro su reloj de pulsera, 5 horas para llegar a Westminster…Cayo en la realidad, un sueño, fue un simple sueño lo que experimento, un sueño maravilloso, en el cual se veía reflejado el insaciable deseo que sentía Draco Malfoy hacia Hermione Granger…, suspiro cansino levantándose del asiento, salio hacia el pasillo del tren, topándose con aquella figura femenina que deseaba con fervor…

-Draco Malfoy..; exclamo la mujer.

-Hermione Granger…; dijo al instante.

-Es un placer verte nuevamente…; le sonrió calidamente.

-Lo mismo digo.

-¿Cómo has estado?

-Podemos decir que bien..; ¿acaso no fue un sueño lo que ocurrió momentos antes…?, quizás, lo que experimento instantes atrás fue…

-Dime, ¿te gustaría acompañarme almorzar?, la verdad es que no es muy agradable el comer sola…; Una premonición…

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