Por: MarÃa Sol
Un chico mas bien paliducho, de cabello rubio platinado y desarreglado, despertaba a sus compañero de cuarto en la torre de Slytherin, no porque quisiera, si no mas bien inconcientemente. Ya que los gritos que daba eran incansables. ¿Donde la tienes? ¿Que as hecho con ella? ¿¡Devuélvemela!?,Esas preguntas no dejaban de aparecer en su sueños desde que Lily Luna Potter habÃa desaparecido de los Jardines de Hogwarts aquella noche de la semana pasada.
-¡Despierta Scorpius!- Le ordenaba otro chico de cabello oscuro, negro muy oscuro. mientras lo zarandeaba de un lado a otro.
-¿¡Que ocurre!?- Exclamo sobresaltado Scorpius Malfoy al despertar de su horrible pesadilla y limpiándose un gota de sudor que le caÃa por la frente.
-Es solo un sueño- Lo tranquilizo Albus Severus Potter, su mejor amigo.
-Lo se, es que son tan reales- Contesto Scorpius cayendo en la realidad.
-Te entiendo, pero el director dice que ya va a aparecer- Pero la voz se le quebró, al fin de cuentas, su hermana estaba desaparecida. El sufrimiento, y la angustia eran menores que los de Scorpius, ya que el confiaba ciegamente en su director, y sabia que si el decÃa que Lily aparecerÃa viva, el creÃa que Lily aparecerÃa viva.
-Si, lo se. Pero hasta que ocurra eso no podré dormir tranquilo- Dicho esto dio media vuelta y tapándose con la frazada hasta el cuello Scorpius intento dormir nuevamente, cosa que le fue imposible.
Scorpius oÃa a Albus respirar dificultosamente, luego de haber soltado algunos sollozos que , sin éxito intento reprimir.
A tan solo dos horas de que Lily no era encontrada, se habÃa llamado inmediatamente a los Srs. Potter, sus padres, estos no sabÃan que hacer, estaban desesperados, colaboraron mas que nadie en la búsqueda de Lily en el bosque prohibido, junto con los profesores y los mejores aurors del ministerio.
Los primeros dÃas no hubo noticias, hasta que una tarde lluviosa, ideal para aumentar las penas, una lechuza negra llego con una carta escrita en tinta roja.
«Ella es nuestra… nuestra….Lily Luna Potter es nuestra… nuestra»
Esto habÃa hecho suponer a todos que Lily, de tan solo quince años, estaba prisionera, viva, por alguien o algo. Eso animo a todos, ya que Lily vivÃa.
Los mensajes de tinta roja llegaban todos los viernes, por la tarde. El ultimo ,de dos mensajes, decÃa lo mismo que el anterior.
«Ella es nuestra… nuestra….Lily Luna Potter es nuestra… nuestra»
Ya que Scorpius no habÃa podido conciliar el sueño luego e haber despertado de su horrible pesadilla, ese dÃa lunes fue largo, y casi sin sentido. Ya que aguardaba ansioso una nueva carta de «la tinta roja», como asà le decÃan, que traerÃa con sigo mas noticias de la desaparecida Lily. La tarde paso sin visión de la lechuza negra.
Scorpius subió a la Torre de Slytherin. Y vio encima de su cama un papel arrugado y sucio, dispuesto a arrojarlo a la basura se percato de que el arrugado papel era una carta. Emocionado aliso la carta y admiro la letra. Esta no estaba escrita con la misma caligrafÃa que las otras dos, era una caligrafÃa extrañamente familiar, pero aun asÃ, en la tinta rojo intenso.
«Ayuda, me tienen en el Bos…»
El mensaje estaba inconcluso, pero Scorpius sabia de quien era. Lily le habÃa escrito pidiendo ayuda. Estaba viva.