Si en Hogwarts hubiera porristas de Quidditch…

Aunque no lo crean, en el mundo existe gente que me pidió que escribiera sobre este tema. Creo que se debe a esa aura que las películas gringas se han encargado de colocarles a las porristas, lo cual ha hecho que muchos las encontremos fascinantes o como si estuvieran a otro nivel. Nunca olvidaré esta memorable frase que escuché cuando era fiel seguidora de Kim Possible: «a las porristas no les salen espinillas» (ah ok, están exentas de pasar por la pubertad. De ser así, me habría encargado de que en mi colegio se creara un equipo de porristas para apoyar a nuestro equipo de volleyball). ¡En fin! A continuación presento mi idea de cómo serían las porristas en Hogwarts, desde las audiciones hasta los partidos, y nunca olvidando las rivalidades entre las casas.

Tomado de Ktshy Art
Tomado de Ktshy Art

Las audiciones tienen lugar en el estadio de Quidditch. Gryffindor siempre se ha caracterizado por incluir escobas en sus porras. Así que, la primera prueba consiste en volar alrededor del estadio y, por lo menos, hacer una pirueta (cabe destacar que Ron siempre expresó su gusto por las porristas. Hermione fue a la audición para entrar al equipo en cuarto año, pero no pasó de esa ronda). El equipo de Gryffindor es famoso porque, aunque sus porras no son las mejores en cuanto a letra se trata, las integrantes del equipo están en mejor forma que las de las otras casas y sus bailes son lo suficientemente coordinados como para merecerse el respeto del colegio. Menos de Slytherin, obviamente. He aquí un ejemplo de una porra Gryffindor:

G is for Great!

R is for Roar!

You are a lion

Forever,

Forever a lion!

I!

N!

D!

O!

Roooaaaaar!

We! Are! Gry-ffin-dor!

Bueno, podría ser peor, pero ahí van nuestras Gryffindor. Todos las apoyamos, porque no son un mal equipo y fue el primero en incluir escobas en sus rutinas. Y el único, porque todos los años embrujan a las capitanas de los equipos de las otras casas con un hechizo que les impide siquiera considerar utilizar las escobas, y si alguna del equipo lo sugiere, tipo:

«Las Gryffindor utilizan escobas, ¿por qué nosotras no?».

Su respuesta automática es:

«Tienen una patente».

Esto fue idea de la capitana Laura Petrova, de origen muggle. Las Gryffindor no se sienten muy orgullosas de esto, pero como la tradición es ya centenaria, digamos que se ha legitimado. Muchas Gryffindor que no fueron seleccionadas utilizan esto como excusa de por qué no están en el equipo. Por ejemplo: no me parece honesto, entonces no quise formar parte de algo así… (ah ok, júralo que te creen).

Tenemos ahora a las Ravenclaw. Las Ravenclaw tienen el mejor equipo de Quidditch del colegio desde hace ya bastante tiempo. Son el Brasil de las porristas (aquí hago una clara referencia al fútbol). Su coordinación es inverosímil, prácticamente robótica. Además, las Ravenclaw, a quienes les encanta estudiar, siempre se han caracterizado por las letras de sus porras. La más memorable fue aquella escrita por una bruja de origen muggle basada en el poema “The Raven” de Edgar Allan Poe. Esta porra la cantan en todos los partidos, siempre y cuando vayan ganando. No hay Ravenclaw que no se la sepa, y es así:

Once upon a midnight dreary

While you pondered weak and weary:

«Will a team ever beat Ravenclaw?»

What do we say?!

Nevermore!

Gryffindor?

Nevermore!

Hufflepuff?

Nevermore!

Slytherin?

Nevermore!

Quoth the Ravens: Nevermore!

And who we are?

We are the Ravens!

And you will fall into our mighty claws!

And when will you defeat us?

Nevermore!

La capitana del equipo, durante algunos años en los que Harry era estudiante, fue Penélope Clearwater. Aunque Luna Lovegood nunca formó parte del equipo y ni siquiera se molestó en intentar, varias veces le pidieron ayuda a la hora de escribir porras nuevas.

Las Hufflepuff… hay que decir que no son tan malas como creen. Sobre todo, está el año 1994, en el que se celebró el Torneo de los Tres Magos, en el cual el trabajo de las porristas fue apoyar a Cedric Diggory. El ideal era que las cuatro casas se unieran y crearan una rutina en común que apoyara a ambos campeones… que, por supuesto, no ocurrió. Las Gryffindor querían apoyar a Harry; las Hufflepuff, a Cedric, así como las Ravenclaw, y las Slytherin, simplemente a nadie. Al final, todo se resolvió en que cada casa creó su propia rutina.

Las Hufflepuff se habían prometido a sí mismas que ese año sería diferente a los demás, que sus bailes serían tan coordinados como los de las Ravenclaw, o más, e incluso consiguieron permiso por parte de la profesora McGonagall para usar varitas que, generalmente, está prohibido. No se puede negar que las porristas de Hogwarts y sus rutinas son prácticamente idénticas a las de un equipo muggle. Tras conseguir el permiso, utilizaron un hechizo que consistía en que cada vez que gritaran «Hufflepuff» durante la presentación de su rutina, una lluvia de estrellas saliera de la punta de sus varitas. No les quedó nada mal. Su porra era así.

We bet that you are surprised

We bet you didn’t think

That a Hufflepuff would be

The chosen one to win

Cedric is our champion and the only one there is

(clara referencia al hecho de que Harry no les importa mucho más que Fleur… porque Krum sí les importa).

And with the power of Hufflepuff

He will make other champios disappear.

Puff!

Huffle!

Huffle!

Hufflepuff!

The house of all houses

Home of the loyals

Home of the truly brave

Go, Huffle, Huffle, Puff!

Hufflepuff!

Bien por ellas. Hay que decir que la primera vez que se presentaron, todo el estadio las ovacionó de pie. Menos las Slytherin.

Ahora, las Slytherin siempre se han caracterizado por su ausencia de porras. Ellas, simplemente, bailan. Más de una vez han empleado en sus bailes canciones muggles. Nadie olvida el memorable año en que bailaron al ritmo de I love Rock n’ Roll y serpientes aparecieron de repente enroscándose en sus extremidades, cuellos y demás. Está demás decir que a McGonagall casi le dio un infarto y que más de un profesor estaba encantado. Tan mal no debió haber sido porque, algunos años después, Britney Spears imitó el uso de una serpiente en sus presentaciones.

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Escritora venezolana radicada en Miami. Licenciada en Historia del Arte y Literatura por la Universidad de Miami. Ha publicado la novela Beatriz decidió no casarse, la cual también fue publicada en inglés. Puedes comprar su novela en Amazon

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