Nuevo Texto de JK Rowling: “Azkaban”

La autora JK Rowling nos sigue deleitando con nuevos textos exclusivos, revelados en Pottermore en la noche de Halloween, como parte del lanzamiento de los nuevos momentos de Harry Potter y la Orden del Fénix. A continuación presentamos el nuevo texto completo de JK Rowling acerca de la prisión de Azkaban, incluyendo los pensamientos de la autora.

Si quieres explorar los nuevos momentos de Pottermore por ti mismo y descubrir los nuevos textos de JK Rowling, no leas el texto a continuación.

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Advertencia de Spoilers!

Desplázate hacia abajo para leer el nuevo contenido creado por JK Rowling.

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Azkaban

Azkaban ha existido desde el siglo XV, pero en sus orígenes no era una prisión. La isla en el mar del Norte en la que se construyó la primera fortaleza no se documenta en ningún mapa, muggle o mágico, y se cree que fue creada, o agrandada, por medios mágicos.

La fortaleza que había en ella era el hogar de un desconocido brujo que se hacía llamar Ekrizdis. Aunque se desconoce la nacionalidad de Ekrizdis, se sabe que era un mago muy poderoso que enloqueció y ejercía las artes más oscuras. Solo y en medio del océano, atraía, torturaba y asesinaba marineros muggles, según parece por placer. El Ministerio de Magia no supo de la existencia de la isla y del edificio hasta que murió el brujo y se desvanecieron los encantamientos de camuflaje. Aquellos que entraron a investigar se negaron después a hablar de lo que habían visto allí, pero la parte menos horripilante era que el castillo estaba infestado de dementores.

Muchos altos cargos del Ministerio creían que Azkaban era un lugar maldito que debía destruirse. Otros tenían miedo de lo que podrían hacer los dementores que infestaban el edificio si se les privaba de su hogar. Las criaturas eran fuertes e imposibles de matar. Muchos temían que si se destruía un hábitat en el que parecían medrar, estas se vengarían sin piedad. Incluso las paredes del edificio parecían rezumar miseria y dolor, y los dementores estaban decididos a aferrarse a ellas. Los expertos en edificios construidos con y alrededor de magia oscura concluyeron que incluso la propia Azkaban podría vengarse de todos aquellos que intentaran destruirla. Durante años la fortaleza estuvo abandonada, habitada solo por dementores que no dejaban de crecer en número.

Tras la imposición del Estatuto Internacional del Secreto, el Ministerio de Magia consideró que las pequeñas prisiones mágicas que había en distintos pueblos y ciudades de todo el país no eran seguras, pues los intentos de fuga de los magos y brujas solían ir acompañados de estallidos, olores y espectáculos de luces. Se decidió entonces construir una prisión especial, situada en una remota isla de las Hébridas. Ya se habían diseñado los planos cuando Damocles Rowle se convirtió en Ministro de Magia.

Rowle era un mago autoritario que había conseguido el puesto por sus ideas antimuggle, aprovechándose del enfado que sentía la comunidad mágica al verse obligados a ocultarse. De naturaleza sádica, Rowle abandonó los planes de la nueva prisión e insistió en utilizar Azkaban. Aseguró que los dementores que vivían allí eran una ventaja, ya que podrían emplearse como guardianes, ahorrando así tiempo, problemas y gastos al Ministerio.

A pesar de que muchos magos se opusieron, incluidos los expertos en dementores y en edificios con una historia tan oscura como la de Azkaban, Rowle continuó con su plan y pronto empezó a enviar prisioneros. Ninguno de ellos regresaría jamás. Si no estaban ya locos o eran peligrosos antes de ser enviados a Azkaban, no tardaron en serlo.

A Rowle le sucedería Perseus Parkinson, quien también estaba a favor de Azkaban. Cuando Eldritch Diggory llegó a Ministro, la prisión ya llevaba en funcionamiento quince años, en los que no se había producido ningún intento de fuga ni violación de la seguridad. La nueva prisión parecía estar funcionando bien. Pero cuando Diggory fue a visitar la cárcel, se dio cuenta de las condiciones en las que vivían los reclusos. Casi todos los prisioneros se habían vuelto locos, y se había levantado un cementerio para alojar a los que morían de desesperación.

De vuelta en Londres, Diggory creó un comité para estudiar alternativas a Azkaban, o al menos para sustituir a los dementores. Los expertos explicaron que la única razón por la que los dementores estaban (prácticamente) confinados en la isla era que recibían un suministro constante de almas de las que alimentarse. Si se les privaba de los prisioneros, era muy probable que abandonaran la isla y se dirigieran a tierra firme.

A pesar de estos consejos, lo que había visto Diggory dentro de Azkaban le había horrorizado tanto que insistió al comité que buscara una alternativa. Sin embargo, Diggory murió de viruela de dragón antes de que pudieran tomar una decisión. Desde ese momento hasta la llegada de Kingsley Shacklebolt al Ministerio, ningún ministro se volvió a plantear la idea de cerrar Azkaban. Preferían ignorar las condiciones inhumanas que se daban dentro de la fortaleza, permitiendo que se ampliase por medios mágicos. Además, por los efectos adversos de entrar en un edificio habitado por miles de dementores, apenas la visitaron. Muchos justificaron su actitud señalando el buen historial de la prisión en lo que a fugas se refiere.

Pasaron casi tres siglos antes de que ese buen historial se manchara. Un hombre joven consiguió salir a escondidas de la prisión cuando su madre, de visita, se cambió por él; algo que los dementores, ciegos y sin sentimientos, ni podían detectar ni podrían habérselo esperado jamás. A esta fuga le siguió otra, aún más ingeniosa e impresionante, cuando Sirius Black consiguió engañar a los dementores él solo.

La vulnerabilidad de la prisión quedó más que patente durante los siguientes dos años, al sucederse dos fugas en masa, ambas de mortífagos. Para entonces, los dementores habían jurado lealtad a Lord Voldemort, quien les garantizaba una libertad de actuación que jamás habían tenido. Albus Dumbledore era uno de los magos que rechazaba el uso de dementores como guardas, no solo por el tratamiento inhumano que recibían los prisioneros, sino porque preveía que la lealtad de estas criaturas oscuras podía cambiar.

Durante el mandato de Kingsley Shacklebolt, se purgó a Azkaban de dementores. Aunque se sigue utilizando como prisión, los guardas ahora son aurores que van rotando. No ha habido ninguna fuga desde que se introdujo este nuevo sistema.

Pensamientos de J.K. Rowling 

El nombre «Azkaban» viene de combinar la prisión «Alcatraz», el equivalente muggle más cercano al estar también en una isla, y «Abaddon», una palabra hebrea que significa «lugar de destrucción» o «profundidades del infierno».

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